Cap 2 ( angel without wings )

Hola! hoy como es domingo olivia y yo publicaremos el segundo cap, así que aqui os lo dejo!

Ángel without wings  Cap 2:

Después de ver la figura sentada en el columpio me voy acercando lentamente. Parece una niña, de pelo largo. intento no hacer ruido para no espantarla, pero me tropiezo con la raíz de un árbol y caigo de bruces al suelo. La niña del columpio da un bote y se acerca a mi corriendo. Es Yasmín.

-¿Estás bien? -me pregunta mientras se arrodilla a mi lado.

-Si..., pero me duelen las rodillas.

Me ayuda a levantarme y me acaricia la mejilla derecha.

-Te has cortado en la cara, ¿te duele?

Simplemente digo que si con la cabeza y me levanto con su ayuda.

-Espera aquí, voy a avisar a tu madre -y dicho esto Yasmín se va, coje mi chaqueta y empieza a correr.

Me siento en el columpio mientras espero. Y al cabo de un rato oigo los pasos de alguien. Me da demasiada verguenza girarme, así que me espero a que mi madre llegue. Entonces, dejo de oír los pasos y extrañado, me veo obligado a mirar detrás de mí.

-¿¡Aliv!?

Aliv se acerca a mi lentamente, pero para a unos metros de mí, como si estuviera haciendo algo malo.

-¿Té pasa algo? Estás extraña... además... ¿Dónde has estado todo este tiempo? -le pregunto, y al ver que no me responde sigo- ¿Has estado enferma? Te he echado de menos...

-No -me contesta con un hilo de voz bajando la cabeza para mirarse los zapatos.

-No, ¿a qué? -le pregunto bajito acercándome a ella.

-No lo sé... eeem... -se queda con la cabeza gacha un rato hasta, como la última vez, la levanta de golpe y me dice mientras me abraza- ¡Yo también te he echado de menos!

-¿¡Estas llorando!? -exclamo sorprendido.

Silencio. No sé cuánto tiempo estamos así, abrazados sin decir nada.

-Estás herido...

-No es nada, simplemente me he caído.

-Ya, pero en teoría debería protegerte. ¡Todo me sale mal! -y entonces Aliv me suelta y llora tapándose la cara con las manos-  ¡Soy un desastre en todo!

No entiendo muy bien que quiere decir Aliv en qu debe potegerme, pero me acerco a ella y esta vez la abrazo yo. Se queda muy quieta, rígida mientras la tranquilizo, fregándole la espalda tal y como hace mi madre conmigo.

-Tranquila, no pasa na... ¡me pondré bien! -le digo quitándole importancia, mientras me deshago del abrazo para mirarla y dedicarle una sonrisa. Me mira y parece tranquilizarse.

-¡Y tanto que te vas a poner bien! -me dice decidida mientras se sube las mangas de su jersey blanco de cuello alto.

Entonces se acerca a la herida de mi rodilla, examinandola.

-¿Que haces?- le pregunto curioso.

Ella no me responde, se limita a mirar la herida, hasta que alza una de sus manos blancas y la posa, suavemente sobre la herida, cubriendola con su mano.

De repente, noto en mi rodilla como el dolor va desapareciendo, y cada vez me duele menos. Hasta que Aliv retira la mano de mi rodilla y me sonrie.

-¿Ya no duele?- me dice contenta.

-No, ya no duele nada... ¿como lo has hecho? -le pregunto asombrado.

Vuelve a hacer lo mismo, no me responde, y esta vez vuelve a posar la mano, pero sobre la herida de mi mejilla, hasta que ya no me duele.

-¿Mejor verdad?- dice Aliv, sonriente.

-Si, gracias por curarme- le respondo devolviéndole la sonrisa.

Entonces a lo lejos escucho la voz de mi madre.

-¡Josh!

Aliv se da la vuelta rápidamente y mira hacia atrás, entonces me mira y dice algo aterrorizada:

-Lo siento, tengo que irme.

-¿Pero, volveré a verte no?

Aliv no responde y entonces parece algo cansada.

-Tengo sueño...

-¡Josh!, ¿estás bien, cariño? -dice mi madre mientras se acerca, mira a Aliv y luego a mi- ¿Quién es ella?

-Es Aliv, una amiga del colegio. Esta algo cansada... ¿puede venirse con nosotros a casa? -le suplico a mi madre. La miro a los ojos, hasta que por fin responde.

-Em, sí, claro... pero sus padres querrán saber dónde esta su hija.

-Sí, los podría llamar desde casa, ¿no? -le digo a mi madre intentando persuadirla.

-Muy bien... ¿Vamos? Tengo en coche aparcado a un par de manzanas.